Al cumplirse el aniversario 21 del terremoto de Northridge de 1994, la ciudad de Los Ángeles ahora se prepara para sobrellevar cualquier otra catástrofe similar a la que pegó en ese entonces y dejó millones en daños.
Como parte de un proyecto con valor de $10 millones, el alcalde Eric Garcetti anuncío el viernes que una serie de pipas resistentes a sismos se instalarían en ubicaciones cruciales del municipio.
Las pipas, elaboradas por la compañía japonesa Kubota Corp., son flexibles, capaces de doblarse en caso de deslaves, cambios de temperatura o sismos sin causar alguna ruptura a la pipa.