Un grupo de arqueólogos que se encontraba trabajando en la restauración del Castillo de Lincoln, Inglaterra, se topó con un notable hallazgo: un sarcófago que contendría el cuerpo de “alguien terriblemente importante”. Un antiguo rey anglosajón, tal vez, o quizás un gran obispo. El sarcófago de piedra estaba dentro de una fosa, junto a otros restos de una iglesia. La arqueóloga Cecily Spall, involucrada en la investigación, afirmó que “en las próximas semanas hay que, con mucho cuidado y muchísimos preparativos, sacar el sarcófago y ver qué hay adentro; confío en que lo lograremos”. Y destacó lo poco habitual que es el hallazgo de una iglesia que no haya sido detectada previamente en documentos históricos. El Castillo de Lincoln, que actualmente está siendo restaurado, y donde ya se habían hallado otros esqueletos humanos, fue contruido en el año 1068 por Guillermo el Conquistador, donde antes había existido una fortaleza romana.