Donarán órganos de niño atacado por ameba mortal


La familia de un niño de 12 años del suroeste de Florida infectado por una ameba rara y mortífera que se alimenta de su cerebro anunció que donará los órganos del menor.

En un mensaje publicado el lunes por la noche en Facebook, la familia anunció que los órganos de Zachary Reyna serán donados a otras personas que «aguardan un milagro». Nadie respondió las llamadas telefónicas hechas al Hospital Infantil de Miami la madrugada del martes.

«Zac es nuestro milagro», agregó la familia en su mensaje en Facebook. «Su espíritu siempre estará entre nosotros. Él cambió la vida de todos, nos acercó a Dios, fortaleció nuestra familia y su caso ha tocado a gente de todo el mundo».

Reyna fue infectado el 3 de agosto cuando se encontraba con unos amigos en una cuneta cerca de la casa de su familia en LaBelle. Los médicos de Miami dijeron a la familia a fines de la semana pasada que el menor sufrió lesiones cerebrales graves.

La familia destacó en la página de Facebook creada para informar del estado de salud del niño que no han ultimado los preparativos del funeral.

El tío del niño, Homer Villarreal, dijo el sábado a The Associated Press que la familia aún estaba conmocionada por la pérdida de un niño con mucha energía. Dijo que el joven le había retado a él a un partido de baloncesto dos días antes de ser internado en el hospital.

«Me es difícil creer que Zachary está en cama, pues este chico nunca se quedaba sin energía», dijo Villarreal. «Nos es difícil creer que esto le está sucediendo a él».

La infección cerebral se llama meningoencefalitis amebiana primaria (PAM, por sus iniciales en inglés). Destruye el tejido cerebral y suele ser fatal.

Las infecciones de esta ameba son raras. Funcionarios de Florida, citando estadísticas federales, dijeron que se registraron 28 infecciones en Estados Unidos de 2003 a 2012, la mayoría por exposición a aguas recreativas contaminadas. Una persona no puede infectarse con la ameba por beber agua contaminada, dijeron funcionarios del estado, y la ameba no se encuentra en el agua salada.

Las víctimas normalmente quedan expuestos al microbio al nadar o hacer deportes acuáticos en piscinas calientes, lagos, ríos y canales durante los meses de verano, sobre todo en el sur de Estados Unidos.

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