“Se detiene en sus sueños en el borde del abismo y escucha. Viniendo desde el fondo de su alma, rampante, dulce, densa, una música vaga que sucumbe sus sentidos de su alma enamorada.
Escapa por la suave pereza de su carne de sus poros el perfume de sus maravillas. Que en el fondo era perfume de flores que ornamentaban su frondosa y reluciente cabellera negra que lucia.
Su piel era ya tibia, lenta, latente y sus formas embriagaban la mirada. Y de candor llenaba su alcoba semi dormida, belleza a la vista en la siesta de sus emociones su buen querer soñaba junto a ella.
En la noche carnal, sofocada de Marzo con olores del final del verano, escucha temblorosa su alma, apaga una tras otra sus penúltimas preguntas en la oscuridad de su lecho duerme ya tranquila.
Se hunde adormilada profundamente en brazos de una sublime fantasía de su corazón que late fuertemente encendido en aquella antorcha de sus sentimientos y ansias que vibran aún durmiendo…”(Héctor Duran, Derechos Reservados, Chile)
*Sueño de La Odalisca, Óleo de Delphin Enjolras de Francia *
