SILENCIOS
Silencio que llora, silencio que grita, silencio que canta bondades y cuenta bendiciones.
Silencio profundo e interno que ha empezado silenciando ruidos externos.
Silencio que observa objetivo la belleza oculta y obra de arte se convierte en sus manos fascinante.
Silencio no es silencio pues siempre, siempre está hablando.
Silencio que aprisiona el dolor más profundo que no tiene lenguaje fácil sino al corazón compasivo y atento.
Silencio que humilde admira, que amante contempla y adora el Misterio que solo se conoce al ser revelado a la humildad de un alma curiosa y sedienta de milagro.
Silencio de las guerras interiores, forjando voluntades fuertes, seguras, valientes y decididas.
Silencio que engendra vida, sueños e ilusiones.
Silencio de espera y calma como la madre en su vientre gesta semilla.
Silencio que discierne luz y sombras de la vida.
Silencio mortal de infierno si se cierra a dar por egoísta.
Silencio que goza del cielo cuando se torna en encuentro; es fecundo, trascendente, espiritual unción, agua eterna que resucita.
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