Pesca artesanal en San Juan La Laguna, en manos del turismo


El pescador Juan Hernández se levanta todos los días a las cinco de la mañana antes de que el sol ilumine las orillas del lago de Atitlán, en San Juan la Laguna, Sololá. Desde su casa carga la canoa que comparte con un amigo hasta el muelle, empieza a remar hasta alejarse unos 500 metros, allí revisa las trampas para cangrejos y peces que él mismo fabricó, dice que cada día pesca menos y se hace más difícil llevar comida a la casa de sus padres.   Juan sale de su vivienda llevando consigo un radio y busca música, cumbia o marimba; con sus manos callosas y lastimadas por los pesticidas de la milpa, clava el anzuelo a una cuerda y lo lanza al agua, tiene el dedo medio de la mano izquierda inválido, muerto por un machetazo involuntario que le asestó un compañero mientras cosechaban.   A sus 22 años, ha pescado y navegado en canoa desde que tiene memoria. “No recuerdo cuando empecé a remar, lo hago desde niño”, indica mientras saca una de sus canastas para cangrejos con apenas dos presas.   Los días “buenos”, logra dos libras de pescado, y la captura de una docena de cangrejos. “La libra de pescado la puedo vender a 20 quetzales (2.5 dólares) y la docena de cangrejos grandes a 30 (3.8 dólares)”.   A pesar de ser joven, tiene bastante experiencia en su oficio, sabe a qué hora salir y dónde capturar más peces; el municipio de San Juan La Laguna tiene 4.500 pobladores, y tan solo 22 se dedican a la pesca. Juan manifiesta que cada día se obtiene menos y repite mientras rema por el lago que “la pesca artesanal está muriendo”.    Sin embargo, Juan se muestra positivo, el programa tour de pesca de la operadora Viva Atitlán y el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) le brindan la oportunidad de dar a conocer su quehacer artesanal a turistas extranjeros y nacionales.   “Espero que en algún momento haya tantos peces como había cuando yo era niño, pero mientras tanto puedo llevar algo de dinero a la casa enseñando a las personas mi oficio”.   Incrementar ingresos   Pedro Duchez, director del Inguat, informó que esta actividad puede representar hasta un 20 por ciento de los ingresos económicos de San Juan; el año pasado hubo 600 turistas que realizaron el tour, pagando una cuota de 75 quetzales (menos de 10 dólares), el cual consiste en un viaje de dos horas en canoa por el lago de Atitlán y la explicación de los mismos pescadores sobre su oficio.    En el 2013 se espera el doble de de visitantes, con lo que se estima que el municipio tendría un crecimiento económico del 10 por ciento por la afluencia de personas que realizan el tour, se hospedan en los hoteles y consumen la gastronomía local.   Juan sigue remando por el lago, en espera de poder contar sus anécdotas a los visitantes, mientras revisa y mejora sus trampas de pesca durante las madrugadas.

Fuente: AGN

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