«Fresca en sus años dulce de hermosos colores una mujer colosal en sus afectos aquellos que apasionan el alma al amar. Sus besos proveen desde la comisura de sus labios un amor profundo.
Como fruta fresca es probar sus labios rojos húmedos color carmesí aquellos que han cautivado desde su sonrisa en el claro de sus ojos. De tantos frutos de la tierra el mejor fruto emergido al amar.
Si pudiese probar cada día con sus noches su compañía se desterraría aquella hambre y sed saciando las ansias de un buen querer. Que abraza hasta con la mirada acobijando en su amor.
Suspiros emanados, delirios conjugados en cada una de sus caricias con vehemencia, con lentitud disfrutar su cálida compañía. Más ese amar tempestuoso de truenos y relámpagos es fértil.
Aquel que nutre la tierra que se pisa y que se ha de sembrar en el respeto de su ávida presencia. Tierna, madura de diversidad de formas pero con su corazón tan dulce como el azúcar de su ternura.
Ávida de probar y degustar siendo merecedor de sus encantos. Y del amor que ha de entregar cuando es mutua aquella caricia y anhelos de compartir no solo el lecho si no que la vida misma cada día…»(Héctor Duran, Derechos Reservados, Chile)
*Fruta Fresca de Amor, Óleo de Pino Daeni de Italia*
