El gobernador de California, Jerry Brown promulgó la ley AB 60 para otorgar licencias de conducir a indocumentados, en un acto catalogado como «histórico» por políticos, funcionarios de gobierno, activistas pro-inmigrantes y líderes de derechos civiles.
En el jardín sur de la alcaldía de esta metrópoli, Brown firmó la ley, en punto de las 9:45 de la mañana del jueves 3 de octubre.
Tras una batalla de casi dos décadas, surgida de una idea de Nativo López, ex director de la Hermandad Mexicana Nacional, con el actual concejal de Los Angeles, Gil Cedillo como su abanderado, la comunidad inmigrante festejó este hecho.
«El resto de este país tiene que ponerse de pie y tomar nota: ya no son personas indocumentadas que vivirán en las sombras», expresó el mandatario estatal. «Ellos están vivos y deben ser respetados».
La ley AB 60 permitirá que al menos 1.4 millones de individuos puedan solicitar una licencia ante el Departamento de Motores y Vehículos. Dichos documentos podrían expedirse, a partir del 1 de enero de 2015.
«¿Qué se puede decir, después de 20 años?», expresó Cedillo, casi al borde de las lágrimas. «Gracias, gobernador Brown por ser un hombre de razón y un hombre que cumplió su palabra».
Centenares de personas atestiguaron cuando Brown estampó su rúbrica y que convirtió a California en un estado que emula al Distrito de Columbia y otros nueve estados que han promulgado leyes que otorgan licencias de conducir a indocumentados.
«Hay que seguir luchando», indicó Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición Pro-Derechos de los Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA). «Somos testigos que del liderazgo auténtico que representa nuestros intereses y los legisladores, no sólo de California, sino del país entero tienen que hacer lo correcto».
La licencia de conducir llevará una distinción especial al frente: las letras DP (Privilegio de Licencia) no DL (Licencia para Conducir).
El documento asegura que no podrá ser utilizado para solicitar empleo, beneficios públicos, ni servirá como identificación federal.
«Este es un gran triunfo para nuestra comunidad», externó el licenciado Walter Duran, cónsul general de El Salvador en esta metrópoli. «Es un paso significativo hacia la reforma migratoria».
