«Sabía que ella iba a marcharse, aquella ángel de mis sueños, mi bella amante. Abiertamente ella quería su libertad sin estar atada a el sentimiento de amar, lo dijo tantas veces.
Ella decía que quería conocerse y conocer la vida reflejarse en sus afectos que aún no era tiempo para encadenar su alma en una relación de amor, quería vivir aún en bella libertad.
Ella decía que la gente, eran espejos donde buscaría su reflejo aquel que atrapara sus ansías y afectos de mujer. Que el paso de los días sabrían demostrar si estuvo bien ó mal.
Y la deje partir de acuerdo a sus deseos y aunque en mi vida ella fue importante ha pasado tanto tiempo de aquella historia ha de ser un regreso a la tristeza de su ausencia.
Si supiera que a ella realmente le importé no importaría realmente lo vivido y sin embargo yo la esperé tanto tiempo decidido. Hoy el presente voy viviendo sin ya mirar atrás.
Me han contado que la vieron, casi de luz iba vestida. Que en su mirada había calma y su sonrisa brillaba la luz del día, calma e impávida ella lucia tranquila por la nueva vida.
Y me esforzare en olvidarla, hasta su nombre y lo vivido en sus ansías al amarle con pasión hasta hoy. Pero no olvidare sus palabras que ahora vivo. Las personas eran espejos…»(Héctor Duran, Derechos Reservados, Chile)
*Ella Era un Ángel, Imagen tomada de web Internet *
