El clima se ha vuelto a extremar este año y mientras en las tierras agrícolas de las planicies del centro y sur reina el calor y la falta de lluvia en el este las precipitaciones superan la media.
Aunque en la mitad oriental de EE.UU. está lloviendo de manera sostenida, en la porción oeste del país las condiciones son otras y durante la pasada semana el calor y la sequía fueron persistentes en las llanuras del sur.
Expertos federales informaron el miércoles que las áreas bajo el efecto de una sequía «moderada a excepcional» se incrementaron los últimos siete días por tercera semana consecutiva, y que la mayor expansión se había registrado en el noreste de Texas.
Sin embargo, también se extendió al sureste de este estado y a Oklahoma, dijeron, en tanto que las denominadas planicies del sur, grandes productoras de trigo y ganado, han estado batallando contra la sequía desde hace varios años.
Aunque la situación no es comparable a la del otoño pasado, cuando el clima se extremó y las dos terceras partes del país registraron la peor sequía desde los años 1930, uno de los mayores estados agrícolas, Nebraska, es el que más mal está.
Nebraska, que es el cuarto productor nacional de maíz y el principal en ganadería, sorgo y trigo, experimenta 88,41 por ciento condiciones de seca de moderada a excepcional, en comparación con 64,63 por ciento el año pasado.
De acuerdo con un reporte del US Drought Monitor, las lluvias en North Platte, en el suroeste de Nebraska, solo “se acercan a tres pulgadas por debajo de la media para el año y desde el 29 de mayo no ha caído más de media pulgada de agua”.
Por el contrario, desde Iowa hacia el este de EE.UU. las lluvias y las temperaturas moderadas han sido la constante.
De hecho, el estado de Illinois, el segundo mayor productor de maíz y soya tuvo su primer semestre más lluvioso con precipitaciones casi nueve pulgadas por encima del promedio histórico.
