Rosa Domínguez ha venido dos veces a tramitar una licencia de manejo especial y ha notado que el interés de las mujeres ha crecido pero que aún los hombres son la gran mayoría de los solicitantes.
«Debería interesarnos igual porque ambos trabajamos», dice Domínguez, residente de Anaheim y madre de dos. «A lo mejor las mujeres se sienten menos seguras de pasar los exámenes», reflexiona.
En la extensa fila que rodeaba el pasado jueves la oficina del Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) en Stanton —la única del condado de Orange dedicada a procesar solicitudes de licencias de manejo para indocumentados a través de la ley AB 60— quizás el 30% estaba integrada por mujeres y algunas sólo venían acompañando a sus maridos. En otras sucursales se ha notado una diferencia incluso mayor.
Anecdóticamente, más hombres han sido vistos en las salas de espera, respondiendo los exámenes sobre leyes de tránsito, probando sus habilidades tras el volante y también en las filas de reprobados.
Al momento no se ha publicado un reporte que confirme esta observación, ni que aclare los motivos. «No tenemos las cifras de solicitantes bajo AB60 divididas por sexo», indicó Armando Botello, vocero del DMV.
Casi la mitad de las 24.6 millones de licencias de manejo en California están en manos de mujeres y se ha comprobado que ellas son mejores conductoras que los hombres.
Un análisis nacional concluyó en 2012 que el 80% de los accidentes graves y fatales fueron provocados por hombres y que las mujeres sólo tienen un 27% de probabilidad de provocar un choque.
Más datos: en 2007, 4.4 millones de conductoras se involucraron en un accidente, comparado con 6.1 millones de hombres. Y la diferencia entre ambos sexos de manejar borracho es de 3 a 1.