La nueva investigación de la Scotland Yard sobre las circunstancias de la muerte de la Princesa Diana adoptó otro giro al aventurarse el modo en que supuestamente ésta fue asesinada por una unidad militar británica secreta.
Un nuevo libro sobre el caso, The Princess Diana Conspiracy de Alan Power, reivindica la versión de que se trató de un atentado, cometido por una unidad llamada “The Increment”. Y agrega que el método utilizado fue cegar temporariamente a Paul con el resplandor de la luz de un reflector desde otro vehículo en el túnel donde se produjo el choque.
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En el siniestro, el 31 de agosto de 1997 en París, fallecieron Diana, su compañero Didi Al Fayed y su conductor Henri Paul.
Por su parte, familiares de Paul, expresaban su apoyo a la nueva investigación.
“Creemos que hubo un complot para matar a la princesa, aquella terrible noche de agosto 1997”, dijo al Daily Mail Gisele Paul, madre del conductor, de 83 años, informó el Daily Mirror este lunes.
El magnate de origen egipcio Mohamed El Fayed, padre de Dodi y quien desde un primer momento afirmó que se trataba de un complot para evitar que la madre de los herederos del trono británico se casase con un musulmán, dijo que “esperaba con atención” los resultados de la investigación.
La semana pasada, medios británicos informaron que la policía metropolitana había iniciado una nueva investigación en torno a nuevos alegatos de que el trágico incidente fue de hecho un asesinato cometido por una unidad secreta de las Fuerzas Armadas Reales.
Los nuevos datos estaban basados en una denuncia que ante las autoridades hicieron los padres de la exesposa de un exmilitar, quien supuestamente se ufanó delante de ella de que la lamentada muerte fue un «trabajo» de la unidad.
Mientras tanto, quien fue hace 16 años el comandante de la unidad de protección a los miembros de la familia real británica, Dai Davies, dijo que “le maravillaría si cualquier nueva información pudiese demostrar que se trató de otra cosa que un accidente”.
Esta particular idea del atentado surgió por primera vez en 2011, durante el juicio en corte marcial de un exfrancotirador de las fuerzas especiales, por delitos relacionados con tenencia ilegal de armas.
El excomandante de la unidad supuestamente implicada, coronel Tim Collins, dijo que se trataba de “un disparate”.
En el libro de Power se aventura un motivo alucinante para el presunto acto de magnicidio: que Diana estaba por hacer públicos detalles secretos sobre la vida sexual del príncipe Charles.
