«Cuando la flama del corazón arde al amar en suspiros emana calor y el alma vibra con él. En la hoguera de las virtudes cada chispa es un deseo y anhelos en esperanza de llegar a cumplir aquel amor querido.
Fuego que no se consume, lenguas de fuego en el coraje ha de vivir, contra viento y todo aquel tormentoso existir. No apagara las flamas de carias al Amar, perpetuar aquel sentir dejando huellas de candor.
Cada leño encontrado al pasar el tiempo agrega combustión a los deseos. Y ante el frió agobiante apelar a su fuego donde el alma jamás se congelará, aquella flama interna arderá cada vez más por amar.
No hay frió que apague el ardor de su corazón, aun congelado latirá con Pasión de amor. Aunque los ojos se cierren por la eternidad, jamás dejara de amar aún más allá donde se haya ido su amor querido.
Corazón de mujer aquel que vibra en sus suspiros ansiando aquel buen querer que alimente sus sentidos. Bella caricia obsequia su mirada enamorada de ella emana, dulzor fragancia de una flor del alba…»(Héctor Duran, Derechos Reservados, Chile)
*Corazón de Mujer, Óleo de Spartaco Lombardo de Italia *
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