Venezuela: Snowden es un perseguido político


Venezuela, Nicaragua y Bolivia son los tres países que han ofrecido el asilo humanitario al prófugo de Estados Unidos Edward Snowden.

 

El gobierno de Venezuela dijo este domingo estar a la expectativa del prófugo Edward Snowden quien deberá decidir en las próximas horas en qué país se va asilar.

«Estamos esperando el lunes para saber si, en primer lugar, él ratifica su disposición de asilarse en Venezuela. En segundo lugar, tendremos que entrar en contacto con el Gobierno de la Federación Rusa; habría que establecer la opinión del Gobierno ruso», dijo el canciller Elías Jaua a la televisora local.

Agregó que: «Si este joven Snowden, perseguido político por haber revelado el mayor sistema de espionaje y control de la Humanidad, ha solicitado asilo formalmente, como ya lo ha hecho, estamos en la obligación de evaluarlo, considerarlo y aceptarlo, como lo ha hecho el presidente. »

Durante el fin de semana, el presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo que su país le va a dar asilo a Edward Snowden si se lo pide a modo de «justa protesta» por lo que varios países europeos hicieron esta semana con su avión.

De esta manera, Bolivia se convierte en el tercer país latinoamericano, luego de que la víspera lo hicieron Venezuela y Nicaragua, en brindar asilo al excontratista de seguridad, buscado por la justicia estadounidense.

La decisión de Morales es consecuencia de lo sucedido a su avión presidencial cuando regresaba de Moscú, y varios países europeos le negaron atravesar sus respectivos espacios aéreos bajo la sospecha de que a bordo del aparato viajaba el fugitivo Snowden.

Como resultado, la aeronave de la fuerza aérea en la que viajaba Morales tuvo que desviarse a Viena, donde estuvo retenida 13 horas, en un hecho que el presidente boliviano calificó de “secuestro” y ha dado origen a una crisis diplomática.

La cancillería de Bolivia indicó que citará a los embajadores de España, Francia, Italia y al cónsul de Portugal para que expliquen las actuaciones de esos gobiernos que cerraron el espacio aéreo al avión del presidente Evo Morales.

El primero en ser llamado será el embajador español, Ángel Vázquez, ya que Morales está muy indignado por el trato recibido del diplomático de Madrid en Viena, Alberto Carnero.

Según el mandatario Morales, Carnero quiso subir personalmente a la aeronave para comprobar que no viajaba el exanalista de la CIA Edward Snowden, está intención molestó demasiado a la delegación suramericana en el avión.

En principio, Evo Morales agradeció al gobierno de España que no anunció ninguna prohibición respecto al del espacio aéreo de la nave oficial boliviana. Sin embargo, la ministra de Comunicaciones, Amanda Dávila, expresó que sí hay molestia.

«Al principio había una confusión, pero (ayer) el presidente (Morales) expresó su reclamo personal señalando que España lo trató mal a través del embajador en Viena», dijo la funcionaria.

Entre tanto, el gobierno español, a través del canciller José Manuel García-Margallo, expresó que su país «no tiene que pedir ninguna disculpa a Bolivia» y reiteró que su país nunca negó ni bloqueó la escala del avión presidencial en Gran Canaria ni cerró su espacio aéreo.

Al paso de las críticas de Bolivia, también saló la ministra Soraya Sáenz de Santamaría, quien recordó que el propio Gobierno de Bolivia agradeció expresamente a España su autorización para que el avión de Morales pudiera repostar en las islas Canarias.

A mediados de la semana, siete países sudamericanos, miembros de UNASUR firmaron una resolución en la que exigen a España, Francia Portugal e Italia pedir perdón al presidente Evo Morales y explicar por qué tomaron la decisión de prohibirle volar por sus respectivos espacios aéreos.

El ministro de Relaciones Exteriores de España, José Manuel García-Margallo explicó que España actuó correctamente al permitir a Evo Morales hacer escala en Canarias después de que Francia y Portugal le negaran sobrevolar su espacio aéreo.

El ex contratista de inteligencia acusado por EE.UU. de espionaje continúa todavía en Moscú en la zona de tránsito del aeropuerto a la espera de que algún país responda a su petición de asilo.

 

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