«Porque cada vez que te miro, mil visiones e ilusiones vienen a mi mente. Si tu mirada queda en la mía y tu cuerpo en mi mente, mil deseos se albergan en mi corazón vehemente.
Mi alma se enciende raudamente, así como un torrente mi sangre circula,. Lascivas tentaciones de solo verte se anidan y oxigenan dulcemente. Mirarte a los ojos seria sublime.
Condimento a mi vida sazonas el día bellamente. Llévame a la gloria y has de sentir mis manos por tú suave piel he de llevarte por el camino de la magía de tu ser, llévame al paraíso.
Contigo, solo tú tienes ese poder cuando aún en escritos estas cerca de mi apasionado ser. Donde aún en la lejanía aquella donde se ha de marcar el horizonte al esconderse el sol.
Agradeceré a la luna fastuosa que ilumine tus noches junto a las tintineantes estrellas y te recuerde lo tanto que se te quiere. Que mi alma sueña a toda hora en el lento tiempo.
Y este día del amor que no es el único porque cada día y sus noches te he de amar con pasión. En el placer que otorga más que tus encantos donde he de disfrutar tu compañía …»(Héctor Duran, Derechos Reservados, Chile)
*Mirada de los días de amor, Óleo de Lucio Amitrano de Italia *
