Guatemala buscará vender oxígeno al mundo


Las autoridades guatemaltecas de Ambiente y Recursos Naturales tienen a la vista uno de los proyectos más ambiciosos de la actual administración: vender oxígeno. Los compradores serán empresas o países interesados en contrarrestar los efectos de gas invernadero que ellos mismos emiten.

La idea surgió por primera vez en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se realizó en Japón hace 17 años. Sin embargo, el Protocolo de Kioto, como se le conoce, fue ratificado hasta 2004. Ese mecanismo económico se conoce como bonos de carbono y busca ser un proceso de “descontaminación” global para evitar su calentamiento.
Guatemala ha invertido históricamente en la reforestación de sus bosques aproximadamente 120.000 millones de quetzales (15.384 millones de dólares). El país buscaría aplicar ser una unidad de absorción, que consiste en una cuota disponible en sumideros de carbono para conseguir la eliminación de los gases de efecto invernadero en otros países.
“Junto con el Inab (Instituto Nacional de Bosques), queremos hacer un solo bloque y en marzo solicitarle al Banco Mundial financiamiento para preparar una propuesta técnica sobre ello”, comentó Manuel Benedicto Lucas, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).
¿Qué ofrecerá Guatemala?
En la actualidad son unas 3.000 toneladas de dióxido de carbono (dos átomos de oxígeno y uno de carbono -CO2-) las que, según estimaciones preliminares, el país centroamericano puede fijar como oferta. “Eso es solo lo que se incentiva, pero aparte está lo que hay en el resto del país. Estamos coordinando los esfuerzos porque esto debe hacerse con visión de país”, refirió Josué Morales, gerente del Inab.
Actualmente se están afinando datos tales como cuánto representará en ingresos económicos al país y detalles como cuánto costará la tonelada de CO2. Guatemala ofrecerá áreas del norte como la Reserva de la Biosfera Maya (Petén), las cercanías de los ríos Sarstún y Motagua (Izabal) y la Sierra de las Minas (que atraviesa Baja Verapaz, Alta Verapaz, El Progreso, Zacapa, e Izabal).
“El mercado será quien fije el precio. Hay empresas de Inglaterra, de Holanda, de Canadá y de Estados Unidos, por ejemplo. Se compra por volumen y por extensión, también hay que recordar que son mercados voluntarios a futuro, de repente en unos años hasta será un tema que esté en la bolsa de valores”, explicó Morales a la Agencia Guatemalteca de Noticias.
Propuesta incluyente
La idea es que participen también actores de sociedad civil y organismos no gubernamentales para que el beneficio económico vuelva a las mismas comunidades que son quienes, mediante mecanismos de concesión forestal, están al tanto de resguardar los bosques.
Costa Rica es el único país de la región que ya realiza dicha actividad, en opinión de Patricia Orantes, directora del proyecto Clima, Naturaleza y Comunidades de Rainforest Alliance, organización rectora de varias entidades que se dedican a asuntos de conservación, ello se debe a que ha logrado posicionarse como una nación de economía verde.
Al final, el funcionario de Conap destacó: “Hablamos de oportunidad de sostenibilidad financiera del país”. Según un reciente estudio, el capital natural y de recursos naturales de Guatemala posee un valor de 666.000 millones de dólares (5 billones 261 mil quetzales).
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