Firma como Diana. Diana Cazadora, como la diosa romana de la caza, de la naturaleza y los animales salvajes.
Nadie sabe si existe, si es una sola persona, o si en lugar de ser una bella mujer de pelo rubio y vestidos negros, es uno o distintos hombres.
Una sola cosa se sabe: ese personaje ha matado al menos a dos conductores de autobuses en Ciudad Juárez, México. Y que clama que las violentas muertes constituyen una venganza al asesinato de centenares de mujeres a lo largo de muchos años en esta urbe mexicana fronteriza con El Paso, Texas.
«Ya no podemos callar estos actos que nos llenan de rabia; mis compañeras y yo sufrimos en silencio, pero ya no podemos callar», dijo supuestamente Diana Cazadora en una misiva a los medios de comunicación locales.
Su presencia, y lo inesperado de sus ataques, y los mensajes que ha dejado – o que alguien ha dejado en su nombre – en los medios sociales han sido suficientes para que cunda el pánico entre choferes y pasajeros en esta ciudad de más de 1.3 millones de habitantes.