La Corte Suprema de California emitió este jueves undictamen que permite al mexicano Sergio Garcíaejercer su profesión de abogado pese a su condición de indocumentado, sentando un precedente importante para el movimiento pro-inmigrante en Estados Unidos.
García, de 36 años, estudió derecho y pasó el examen de la barra estatal en su primer intento, y llevó su caso ante la Corte Suprema de California para conseguir su licencia profesional.
La Administración Obama, que en otras situaciones ha ayudado a los estudiantes indocumentados, en este caso había argumentado que una ley federal de 1996 prohíbe que las agencias gubernamentales otorguen licencias profesionales a indocumentados porque éstas operan con fondos públicos.
Pero García presentó la demanda argumentando que esa ley de 1996 contiene una importante excepción: las legislaturas estatales pueden aprobar leyes que autoricen la concesión de esas licencias.
La Corte Suprema de California escuchó los argumentos orales en septiembre pasado. Mientras tanto, la legislatura estatal aprobó una ley, promulgada por el gobernador Jerry Brown, que autoriza la concesión de la licencia de abogado a los indocumentados y entró en vigor el pasado 1 de enero.
Así, aunque García es indocumentado nada le impide colgar un letrero y ejercer su profesión como abogado independiente. La única traba es que no podría ser contratado por ninguna firma legal, según expertos.
García emigró ilegalmente hace 18 años y ha solicitado la residencia permanente a través de su padre, que es ciudadano estadounidense.
García aguarda la decisión de las autoridades de inmigración en su caso, que cae en la categoría de “primera preferencia” para hijos adultos y solteros de padres ciudadanos.
